Sin duda, la herramienta más valiosa es el vínculo que creamos durante el proceso psicoterapéutico.
El vínculo es el primer lugar en el que nos reconocemos, a través de la relación con nuestra madre, y ahí es donde se crean las mayores fortalezas y también las heridas más profundas.
A través del vínculo creamos en terapia un espacio en el que poder abordar las situaciones que nos dañaron para poder acompañarlas a fin de sentirnos más en paz con ellas, con nosotr@s mism@s y con nuestras principales figuras de referencia (nuestra familia de origen). Cuando llegamos a sentirnos más en paz con nuestra familia de origen, las relaciones con las demás personas resultan más suaves, más ligeras, más amorosas y agradables.
En las sesiones, a veces te compaño con algunas herramientas que he ido integrando a lo largo de años de formación y experiencia profesional : técnicas gestálticas, como trabajo con sueños, cuentos, psicofantasías….
Te invito a incorporar el cuerpo a lo largo del proceso, a través del movimiento libre, el contacto con la respiración, meditaciones…
Me gusta utilizar la valiosa aportación del arte como herramienta expresiva, y veo resultados sorprendentes p a través de las muchas posibilidades que nos ofrece esta vía.
El trabajo de duelo está presente en mi manera de trabajar, ya que considero que la vida nos trae constantemente duelos que transitar, y traspasarlos en un espacio seguro y acompañado puede suponer un camino de crecimiento personal.
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